martes, 11 de septiembre de 2012

Diafanidades


<<Si “Lorca” anduviera aún por estos lugares,
  entendería mi pasaje por esta obviedad>>


Pocos andan con “Duende”,
al retomar la muerte que no tomamos,
dirigiendo la vida por efecto,
y platicando su causa se preguntan.

“El Duende” es la poca fidelidad a los sentimientos sin la piel que se eriza,
 la magia con adultos menores de edad.
“El Duende” sin duda, es la complicidad cuando empieza a ser cómplice
“El Duende” es el estro inverosímil, las direcciones sin caminos, las calles sin ciudad.

El duende lo lleva consigo  el que nace sin bandera y despliega lo que desconoce,
el que aprende lecciones del vagabundo,
y sin buscar motivo se plantea dar la vuelta al mundo con  él.

lunes, 3 de septiembre de 2012

"El Tártaro"


                                                                                           
<<Para los amores que ya no aman
y se recuerdan con besos fantasma.
A ellos y nosotros, contagiados de hechos.>>                                                    





Absorta, inquieta, sin  humo en el aire,
sin  aire en los pulmones, sin pulmones,
sin cuerdas vocales ni hasta mañanas,
un cero absoluto...

Revuelo de gente sin armas saliendo escopetada,
víctima escondida, ahuyentada, llena de furia,
de rabia, de vergüenza al máximo exponente, en aquella casa...

Y se perpetra la noche, la casa y la calle
y el patrón triste nace de ese cero absoluto,
despierta de madrugada y se viste de negro,
no amanece, todo enfría, lo enfría su protector, el abismo.

Si en su manifiesto "Segismundo"
rondara la vida, soñaría con pájaros y mares
y rocas bañadas en sal.

Del mismo modo que al despertar,
se echaría las rodillas a la cabeza
y volvería a su ciudad dentro de cuatro paredes al ver esa sábana oscura, el revuelo,
el aire sin  humo, sin pulmones, sin nuestras cuerdas vocales, sin la alegría, sin mañana ni hasta mañanas
y con esa tristeza del cero absoluto.